Sí, somos feministas pero a veces, dependiendo claro de la mujer sujeta de nuestra envidia, hacemos hasta lo imposible para evitar que otras mujeres brillen más que nosotras.
La diferencia la hace -nos justificamos- el hecho de que la mujer que decidimos "boicotear" no se merece las palmas y fanfarrias, no importa si es amiga o enemiga. Si es una amiga la que resulta que llama más la atención u obtiene los beneficios que nosotras hemos perseguido, soñado y trabajado para tenerlos, podemos tener tres respuestas:
Respuesta 1: Alegrarnos de sus triunfos aunque nosotras nos quedemos viendo nada más.
Respuesta 2: Sentir celos, envidia y algo parecido a la injusticia, pero finalmente nos aguantamos pues quizá ella se lo merecía más...
Respuesta 3: Encendernos de rabia, odiarla, decirle que no se lo merece y declararle la guerra.
Si es una enemiga, entonces eliminamos las respuestas 1 y 2, y nos quedamos sólo con la 3. Pobre de esa mujer que se atreva, antes que nosotras, a ascender en un puesto, conseguir al hombre deseado, obtener el aumento de salario, la felicitación del jefe, la mejor calificación en la escuela, la compañía de las chicas más agradables, las invitaciones a todas las fiestas y reuniones...
Sí, somos feministas pero a veces la envidia nos corroe. Y todo es a causa de la inseguridad, de la baja autoestima, de que no nos hemos desecho de estereotipos y prejuicios.
¿Feministas con baja autoestima? ¡Claro! ¡También somos humanas! También hemos crecido bajo los lineamientos de esta cultura que se nutre de estereotipos...
Nota: Sigue enviando tus historias o cuéntalas como "comentario". Hasta la próxima.
La diferencia la hace -nos justificamos- el hecho de que la mujer que decidimos "boicotear" no se merece las palmas y fanfarrias, no importa si es amiga o enemiga. Si es una amiga la que resulta que llama más la atención u obtiene los beneficios que nosotras hemos perseguido, soñado y trabajado para tenerlos, podemos tener tres respuestas:
Respuesta 1: Alegrarnos de sus triunfos aunque nosotras nos quedemos viendo nada más.
Respuesta 2: Sentir celos, envidia y algo parecido a la injusticia, pero finalmente nos aguantamos pues quizá ella se lo merecía más...
Respuesta 3: Encendernos de rabia, odiarla, decirle que no se lo merece y declararle la guerra.
Si es una enemiga, entonces eliminamos las respuestas 1 y 2, y nos quedamos sólo con la 3. Pobre de esa mujer que se atreva, antes que nosotras, a ascender en un puesto, conseguir al hombre deseado, obtener el aumento de salario, la felicitación del jefe, la mejor calificación en la escuela, la compañía de las chicas más agradables, las invitaciones a todas las fiestas y reuniones...
Sí, somos feministas pero a veces la envidia nos corroe. Y todo es a causa de la inseguridad, de la baja autoestima, de que no nos hemos desecho de estereotipos y prejuicios.
¿Feministas con baja autoestima? ¡Claro! ¡También somos humanas! También hemos crecido bajo los lineamientos de esta cultura que se nutre de estereotipos...
Nota: Sigue enviando tus historias o cuéntalas como "comentario". Hasta la próxima.
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5 comentarios:
Somos feministas y tenemos el poder, somos mujeres las unicas capaces de llorar de alegria y reir de colera, y que tiene de malo?, un dia podemos odiarnos y al otro adorarnos, y dia vernos preciosas y al otro vernos horribles
Somos feminstas pero nos gusta que nos mimen, somos feministas pero tambien nos enamoramos.
Margee, gracias por tus visitas y tus comentarios. Estoy de acuerdo contigo: nos gustan que nos mimen, y somos capaces de experimentar todos los sentimientos juntos. ¡Somos lo máximo caray!
Kisses
Eso que dices suena cómico pero es un aspecto muy triste para nosotras las mujeres como género. Por eso los hombres han durado tanto tiempo en el poder, porque se solapan, toleran y protegen entre ellos. Nosotras nunca conseguimos juntar nuestras fuerzas, porque a la primera rompemos y nos dividimos...
Bueno, felicidades por este blog, está muy simpático y a la vez tierno.
Tienes mucho de razón Vannesa, pero justo porque es algo muy serio es por lo que lo exponemos en este blog, porque sólo reconociéndonos en nuestros errores y posiblidades es como podemos crecer y fortalecer nuestra calidad de mujeres.
¡Gracias por comentar! Espero que no sea la única vez.
Kisses!
Soy feminista pero confieso que he pecado, ja ja ja. No, la verdad es que aunque me llamo feminista, prefiero a los hombres como amigos, compañeros y jefes. Las mujeres me han decepcionado totalmente.
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