La Maternidad sigue siendo Nuestro Sueño

Sí, somos feministas pero seguimos pensando que la maternidad es un regalo de la naturaleza. ¿Poder dar vida? ¡¡Qué maravilla!! Sentir en nuestro vientre ese nuevo ser que empieza a existir a través y por nosotras es una experiencia y sentimientos inigualables, y aunque después de parir digamos que "ni un embarazo más", la verdad es que pronto se nos olvidan los dolores del parto y los cambiamos por esperanzas e ilusiones.

Sí, somos feministas pero aceptamos la función reproductiva que posee nuestro cuerpo. Y porque amamos nuestro cuerpo de mujer, es que aceptamos con gusto la maternidad. Tal vez tener hijos e hijas sin desearlos sea una carga y una injusticia para esos seres que no pidieron nacer.



Pero justo porque somos feministas, somos capaces de considerar a la maternidad como una elección. Somos madres por gusto, por amor. ¡¡Viva la Maternidad!!

La Envidia nos Corroe

Sí, somos feministas pero a veces, dependiendo claro de la mujer sujeta de nuestra envidia, hacemos hasta lo imposible para evitar que otras mujeres brillen más que nosotras.

La diferencia la hace -nos justificamos- el hecho de que la mujer que decidimos "boicotear" no se merece las palmas y fanfarrias, no importa si es amiga o enemiga. Si es una amiga la que resulta que llama más la atención u obtiene los beneficios que nosotras hemos perseguido, soñado y trabajado para tenerlos, podemos tener tres respuestas:

Respuesta 1: Alegrarnos de sus triunfos aunque nosotras nos quedemos viendo nada más.
Respuesta 2: Sentir celos, envidia y algo parecido a la injusticia, pero finalmente nos aguantamos pues quizá ella se lo merecía más...
Respuesta 3: Encendernos de rabia, odiarla, decirle que no se lo merece y declararle la guerra.

Si es una enemiga, entonces eliminamos las respuestas 1 y 2, y nos quedamos sólo con la 3. Pobre de esa mujer que se atreva, antes que nosotras, a ascender en un puesto, conseguir al hombre deseado, obtener el aumento de salario, la felicitación del jefe, la mejor calificación en la escuela, la compañía de las chicas más agradables, las invitaciones a todas las fiestas y reuniones...


Sí, somos feministas pero a veces la envidia nos corroe. Y todo es a causa de la inseguridad, de la baja autoestima, de que no nos hemos desecho de estereotipos y prejuicios.

¿Feministas con baja autoestima? ¡Claro! ¡También somos humanas! También hemos crecido bajo los lineamientos de esta cultura que se nutre de estereotipos...

Nota: Sigue enviando tus historias o cuéntalas como "comentario". Hasta la próxima.

Somos feministas pero...

Sí, eres feminista, pero jamás confesarías que te gustan las telenovelas donde las protagonistas pelean entre sí por conseguir a un hombre...
Sí, eres feminista, pero jamás confesarías que prefieres a un hombre de jefe que a una mujer...
Sí, eres feminista, pero jamás confesarías que te gusta ver la cara que ponen los hombres cuando usas minifalda...
Sí, eres feminista, pero te encantan los cuentos de hadas y con final feliz...
Sí, eres feminista, pero jamás le dirías a alguien que sueñas con casarte de blanco...
Sí, eres feminista, pero eres cursi, cursi...
Sí, eres feminista, ¿pero tienes muy dentro de ti ilusiones, creencias y sueños que pondrían en entredicho tus principios feministas? ¡Pues confiésalo aquí! No te preocupes, el anonimato te respalda. ¡Cuéntanos tus historias!